jueves, 16 de diciembre de 2010

Es sabido que en el ámbito familiar se viven situaciones difíciles con los hijos en las que es difícil tomar decisiones y actuar ante comportamientos inadecuados o indeseables de los hijos. En estos casos es posible influir de forma positiva en ellos si tenemos en cuenta una serie de pautas, medidas o más bien, técnicas que la Psicología nos aporta.

"La Terapia o Modificación de Conducta es el intento de cambiar el comportamiento humano y las emociones de manera benéfica con base en las leyes del aprendizaje" (EYSENCK). El objetivo es cambiar hábitos que se consideran inadaptados o indeseables.

Su objeto es el estudio directo acerca de las acciones observables que realizan los seres humanos con el fin de formular un modelo funcional que permita transformar esas acciones. No pretende, en principio modificar la "personalidad" o la "herencia".

Se entiende la conducta humana (las acciones que realiza un ser humano) como fruto del aprendizaje. El niño al nacer, no sabe hacer casi nada y "lo que hacemos" de mayores es lo que hemos aprendido a hacer. Se aprenden tanto las acciones que poseen un valor adaptativo, como aquellas conductas que son claramente desadaptativas, como muchas conductas de evitación (miedos), conductas agresivas, etc.

La conducta humana además de ser aprendida, es el resultado de su interacción constante del ser humano con su entorno.

El hecho de realizar una acción modifica las probabilidades de la acción en el futuro. Gran parte de nuestras conductas se encuentran determinadas por el tipo de consecuencias que se derivan de las acciones que hemos realizado en el pasado y por supuesto, del éxito o fracaso que tenemos en cada momento, influye sobre lo que hagamos en un futuro. Esta es la dinámica básica de la construcción de la conducta humana en todas sus complejidades.

martes, 14 de diciembre de 2010

LA POESIA PARA EL TIMPO LIBERADO

RECUERDO INFANTIL
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.
Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.
Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.
Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
«mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón».
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.
Antonio Machado.
SOLEDADES

TIEMPO LIBERADO Y OCIO

. Ocio y realización personal
Algunos teóricos gustan de manejar el trinomio tiempo libre, tiempo liberado y ocio. El tiempo libre sería aquél que no dedicamos a una actividad reglada y sujeta a horario: asistir a clase, comer, trabajar, etc.
El tiempo liberado vendría a ser aquella parte del tiempo libre que acotamos y que invertimos para dedicarla a nosotros mismos y a lo que nos gusta. El tiempo liberado sería como un envase precioso en el que introducir algo que nos gusta o interesa mucho: nuestro ocio.
Ocio es la realización de actividades que desarrollan nuestra imaginación y nuestras capacidades, que nos hacen disfrutar y que nos divierten.
Del tiempo libre seleccionamos una parte a la que llamamos tiempo liberado para dedicarla a nuestro ocio.
Existen muchas definiciones de ocio, todas tienen algo bueno, pero nos parecen necesariamente incompletas. Vamos a exponer, paradójicamente, la más corta ya que nos ha parecido la más certera. La formuló el senador, filósofo y ensayista romano Marco Tulio, a quien llamaban «Cicerón», es decir, «garbancito» porque pequeño de cuerpo y grande de espíritu. Cicerón definió «ocio» como «Otium cum dignitate», cuya traducción ligeramente libre vendría a ser «libertad con dignidad», que contiene la almendra y la síntesis de definiciones mucho más complicadas y pedantes.
Hemos de rechazar con firmeza la idea de ocio como pasividad y rutina y, lo que quizás sea más difícil, desvincular con argumentos sólidos «ocio» de «consumismo».
El ocio es disponibilidad para hacer lo que nos gusta, capacidad de elegir, entre diversas opciones, la que más nos agrada en ese momento y una oportunidad de gran calado para enriquecernos individual o colectivamente.
El ocio debe ligarse a la idea de actividad física o mental. Existen, como es lógico, diversos grados de actividad.